Capítulo 13
La angustia mataba cada vez más y más al chico. No sabía qué hacer. A la mañana siguiente, se levantó aturdido y con sudor frío que le recorrió todo su cuerpo. Había tenido una terrible pesadilla. Se vistió y se puso los zapatos corriendo. Tenía un mal presentimiento. Bajó las escaleras para desayunar y la escena que contempló lo dejó helado. Su madre estaba herida en el suelo y la casa estaba patas arriba. Se abalanzó sobre su madre para socorrerla y, vio encima de la mesa una nota.
<<A estas alturas, habrás contemplado la maravillosa escena que se respira en tu casa. Ahora escúchame, tenemos a tu chica: Rose. Está en la costa este de Washington D.C, concretamente en una playa en la que no hay mucho oleaje y es famosa por su arena blanca. ¿Sabes cuál es, no? Pues tienes hasta el anochecer para ir y rescatar a tu querida Julieta. Es importante que traigas el dinero. Un millón de dólares. Si avisas a la policía, tú y tu chica moriréis. Amigo, siento la paliza de tu madre pero así es la vida…tic…tac…>>
Tu peor enemigo.
Los ojos de Alan se abrieron como platos y dejó caer por su mejilla una lágrima de rabia e impotencia. Su madre estaba herida, el amor de su vida estaba en peligro y él estaba destrozado. Sin pensárselo dos veces, llamó a sus amigos para pedirles ayuda. Diez minutos después, el grupo de Alan entró en su casa como balas. Lily, Richard, Ray y Veronica pasaron al salón y contemplaron la horrible escena. Brian, que había salido a hacer unas compras, llegó alarmado.
- ¡Dios santo, tía Amanda!
- ¿Qué ha pasado, Alan?- dijo Ray con la voz apagada.
- Escuchadme chicos. Alguien ha entrado en mi casa, la ha puesto patas arriba y ha herido a mi madre. Encontré esta nota sobre la mesa que habla sobre el secuestro de Rose. Está en la costa este de Washington y el secuestrador me pide un millón de dólares para rescatarla. Iremos allí y nos traeremos de vuelta a Rose, sin dinero. Lily, lleva a mi madre al hospital y quédate con ella hasta que volvamos.
- Ey, chaval, ¿cómo vamos a ir a la playa sin armas y desobedeciendo las órdenes?- dijo Brian sin ánimos de colaborar.
- ROSE ES LA MUJER DE MI VIDA Y NADIE LE PONE PRECIO. Quien me quiera ayudar será bien recibido, quien no, lo comprenderé.
- ¡VAMOS A POR ROSE!- gritó Richard animando el ambiente.
Alan y sus amigos salieron a la calle mientras que Lily llamaba a una ambulancia.
- Alan, no le quitaré el ojo a tu madre de encima.
- Gracias Lily. Cuando recupere el conocimiento, explícale lo sucedido.
Alan volvió la mirada hacia sus amigos. Todos tenían una mirada llena de miedo pero a la vez de valentía. Esos eran amigos de verdad.
- Está bien. Lo haremos de la siguiente manera. Veronica llamará a la policía cuando reciba mi mensaje de emergencia.
- ¿Mensaje de emergencia?- dijo Veronica confusa.
- Sí. Por si hay algún problema, deberás contactar con la policía. Yo te avisaré.
- Entiendo. Entonces, me toca quedarme aquí y esperar.
Alan prosiguió.
- Los demás iremos a la playa en coche y le convenceremos a los secuestradores de que tenemos el dinero dentro del maletero. Cuando lo vayan a coger, atacamos mientras que uno de los nuestros rescata a Rose. ¿Alguna duda?
- Tengo ganas de fiesta, Alan, ¡vamos!
Veronica se perdió a lo lejos, a esperar en la puerta de comisaría. Rondaba el mediodía cuando Alan, Richard, Ray y Brian partieron en coche hacia la costa este de Washington D.C. El cielo se abría a su paso, estaba completamente soleado y no había ninguna nube. Ray conducía y Alan se convencía a sí mismo de que todo iba a salir bien.
- Traeremos de vuelta a Rose, Alan…- le consoló Richard.
- Tranquilo chico, llevo cuerdas y herramientas ahí en el maletero. Menuda sorpresa que se van a llevar.- rió Ray.
- Siento haberlo dicho así de pronto pero, no tenía otra opción.- dijo Alan sollozando.
- ¡Ya estamos acostumbrados! ¡Washington D.C es una ciudad en la que pasa de todo!
Mientras que los chicos se dirigían hacia su eterno destino, Lily contemplaba en el hospital a Amanda, que abría los ojos.
- ¿Dónde…dónde estoy?
- Tranquila, Sra. Jones. Está en el hospital.
- ¿Qué ha pasado? ¿Eres la amiga de mi hijo, no?
- Sí, soy Lily. Rose ha sido secuestrada y su hijo y sus amigos han ido a rescatarla.
- ¿Estarás de broma, no?
- Entraron a su casa y le dieron una paliza. Alan estará bien, no se preocupe. La policía va a estar pendiente.
Amanda cerró los ojos y suspiró.
- Esto es un sueño…
Y diciendo esto, se durmió de nuevo. Lily sonrió.
<<Demasiadas emociones juntas>> pensó.
___________________________________________________
Dedicada a Agustina, que es una amiga genial, y la quiero un montón!
Guapa! :)
___________________________________________________
Dedicada a Agustina, que es una amiga genial, y la quiero un montón!
Guapa! :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario